lunes, 28 de abril de 2014

La Apropiación del Espacio - Un Ejercicio de Reciclaje

El éxito de la arquitectura es su aceptación, ya sea a nivel personal o colectivo, podemos hablar de una familia que hace su vida cómodamente dentro de una casa habitación diseñada específicamente para su rutina diaria o de una sociedad que se apropia de un objeto arquitectónico porque representa su cultura o forma de vida. Al final, lo importante es que la arquitectura le pertenezca a alguien para que tenga sentido, para que sus espacios tengan función y su belleza admirador.

Esta es la situación del departamento que rento junto con unos amigos que también vienen de Ciudad Juárez a la Ciudad de México a trabajar. Tenemos un par de meses viviendo en el pero no fue si no hasta que hicimos la primer adecuación al espacio que pudimos sentirlo como nuestro. En este caso, el arquitecto que lo diseñó creó un lugar para "estar" pero al final el habitante es el encargado de crear un lugar para "vivir".

Las condiciones de nuestra participación dependieron en primer lugar del contrato que hicimos con el arrendador en el que se estipula que no se puede hacer ningún tipo de alteración al departamento, por lo que tuvimos que pensar en soluciones basadas en arquitectura movible y en segundo lugar, en el concepto que nosotros mismos adoptamos "reciclaje".

El departamento cuenta con una cocina, un baño, dos habitaciones, un estudio y una sala-comedor, este último es el área más grande y por la que empezamos. El acceso principal da a esta sala-comedor y no tiene ningún vestíbulo por lo que desde que abres la puerta puedes ver las cuatro esquinas de la amplia habitación, lo que genera remates visuales lejanos y difíciles de apreciar. De acuerdo a nuestras propias necesidades, decidimos dividir este lugar medio de dos muros de tabla roca sujetos únicamente a la losa y los muros, fáciles de remover. 

El primer espacio sería una estancia, yo mismo hice la propuesta de esta, sobre la cual empezamos a trabajar. 


El reto era gastar NADA, haciendo todo nosotros mismos, aunque eso ha significado más esfuerzo del que imaginamos; recolectar madera, lavarla, desinfectarla, cortarla, lijarla, etc... Pero todo esfuerzo tiene recompensa.

En esta entrada documentaré el proceso de elaboración de la estancia. Comenzaré con el muro de tabla roca junto a la ventana que tiene un recubrimiento de madera de huacal. Los huacales se pueden encontrar en cualquier mercado, lo difícil es encontrarlos con buena apariencia de madera gastada pero a la vez en buen estado, resistentes para poder trabajarlos. Es muy importante lavarlos y desinfectarlos, es normal que después de mojarlos la madera tienda a pandearse, por lo que una vez separadas las cintillas, es recomendable colocarlas debajo de una carga lo suficientemente pesada como para aplanarlas nuevamente.


Como la madera del huacal es muy delgada se puede fijar fácilmente, nosotros lo hicimos con silicón frio. Qué sean  tan delgadas tiene su lado negativo pues es dificil hacer los cortes necesarios sin romperlas. El proceso de colocación fue largo y laborioso pues los cortes originales de las cintillas son totalmente irregulares y lograr nivelarlos para que se vean uniformes no es nada sencillo. Algunas de ellas son más gruesas así que tienes que fijarlas usando tornillos con mucho cuidado.

Una vez terminado, el muro con el recubrimiento de madera crea un ambiente bastante calido y acogedor. El acabado final debe ser la aplicación de un barniz pues el muro está a un lado de un ventanal y por lo tanto expuesto al polvo y a la humedad, posteriormente sería dificil mantenerlo limpio. Aún nos falta el resto de la estancia y el resto de la casa pero de entrada ya comenzamos a hacer nuestro este espacio. 

Gasto total hasta este punto: 150 $ (Nos costó más la cena)

"Melo la planta" por Ricardo Sosa

miércoles, 23 de abril de 2014

Qué NO hacer cuando eres estudiante de Arquitectura...


Primero que nada, ¡no se queden dormidos encima de sus apuntes a mano alzada!
Y no, no me refiero a que ensucié mi camisa blanca y que mi mamá puso el grito en el cielo y me regañó, me refiero a que eché a perder mis apuntes babeando sobre ellos.


Y bueno, habiendo dado ese consejo inútil (porque todo estudiante de arquitectura debe quedarse dormido encima de sus planos por lo menos una vez cada entrega durante toda la carrera, así es como se da cuenta de que la ama) paso a dar uno que si les puede servir más: ¡No se deshagan de sus trabajos nunca! 

Suena dificil, sobre todo cuando ya no hay espacio en tu cuarto para caminar sin pisar alguna maqueta o cuando tienes que pasar todos los planos a tu cama para poder trabajar sobre el restirador y luego pasar todos los planos al restirador para poder dormir... ¡diario!
Bueno, pues déjenme decirles que vale la pena. Yo por ejemplo, de mi proyecto de "Taller de Arquitectura I", tengo únicamente esa foto de allá arriba, con bocetos que ahora apenas entiendo, y un par de fotografías de la maqueta que se han salvado de alguna forma pues también es usual perder los archivos digitales cuando se te muere tu computadora.
El proyecto era una casa habitación, y como era mi primer taller de arqutiectura en el que lo más importante es la propuesta visual, decidí arriesgarme utilizando planos angulares en losas y muros inspirado en la topografía de la ubicación, Ciudad Juárez, Chihuahua.
Otra cosa que no debes hacer es proyectar un edificio así si no estás dispuesto a quebrarte la cabeza buscando como solucionar los espacios interiores sin desaprovechar área por culpa de los ángulos cerrados, pero bueno, siempre es un reto lograr equilibrar exitosamente las venustas y utilitas sin antes ser regañado un par de veces por el titular del taller.

Un caso completamente diferente al de mi clase de Introducción al Proyecto Arquitectónico, en dónde propuse una casa habitación con espacios totalmente ortogonales con excepción de un par de cilindros que tampoco representan conflicto para solucionar interiores. Pues de este proyecto también me quedan sólo fotos de la maqueta, lo bueno es que era una maqueta desmontable y al menos de esta puedo ver los interiores. Antes de juzgarla, consideren que está fue mi primer composición arquitectónica en la vida.

Entre otros ejercicios de mi "Taller de Arquitectura I" que aún conservo documentados en fotografias son estas dos propuestas, una de casa estudio y una de casa habitación. Realizadas a mano alzada con lapices y maqueta volumetrica de cartón.

El punto es que llega el momento en la vida de todo arquitecto recien egresado, en el que tienes que hacer un atractivo portafolio, porque entre más atractivo, más fácil es conseguir un empleo y obviamente los únicos trabajos que tienes hasta ese punto son los proyectos realizados en la carrera y ¡sorpresa! no los tienes completos, están mal presentados, ya tiraste la maqueta sin tomarle fotos, tu sobrino la rompió, tu perro se la comió, los planos ya están doblados y arrugados en alguna esquina de tu cuarto, si es que aún están, las archivos digitales los perdiste en una memoria USB o se traspapelaron cuando cambiaste de computadora, etc, etc, etc...

Por eso es importante conservar documentar todos y cada uno de tus trabajos durante la carrera, son la mejor carta de presentación para los recién egresados. Podrán pensar que soy un arquitecto irresponsable y descuidado por no haberlo hecho, pero mi caso es el mismo de la mayoría de mis compañeros y es que en mi ciudad de origen el campo de trabajo para un arquitecto es en constructoras de vivienda masiva y naves industriales, lamentablemente el lenguaje arquitectónico de la ciudad es muy pobre y sin propuesta por lo que es muy raro que te pidan portafolio. Pero cuando te mudas a una ciudad como el Distrito Federal, en donde compiten los mejores despachos del país, TIENES QUE TENER UN BUEN PORTAFOLIO.
Era marzo del año 2013 y así es como lucía la felicidad entonces.